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El portero de tu mente: ¿Atraes problemas o encuentras soluciones?

23 de octubre de 2025 por
El portero de tu mente: ¿Atraes problemas o encuentras soluciones?
Lidera Tu Cambio, Ricardo Santiago Cachero

¿No te ha pasado que, a pesar de estar agotad@, en plena noche el único ruido que te saca del sueño es el llanto casi imperceptible de tu bebé?

Bueno, quizá eso no lo hayas experimentado... aún. Pero lo que seguro que sí te ha pasado es estar en una sala abarrotada, en una boda o un evento, con música alta y cien conversaciones a la vez, y de repente, como un rayo láser, girarte buscando a la persona que ha mencionado tu nombre al otro lado de la sala.

¿Por qué ocurre esto? ¿Magia? No. Es pura neurociencia.

El responsable de este "superpoder" tiene un nombre: tu SAR, o Sistema de Activación Reticular.

El SAR es un conjunto de neuronas en la base de tu cerebro, justo en el tálamo, que actúa como el portero de una discoteca muy exclusiva: tu mente consciente.

Te doy un dato que te va a volar la cabeza: cada segundo, a tu cerebro llegan unos 1.000 millones de bits de información (sonidos, olores, imágenes, sensaciones...). Y tu SAR, ese portero eficiente, solo deja pasar unos 10 bits por segundo para que tu consciente los procese.

Debemos darle las gracias. Si no existiera, si tuviéramos que procesar conscientemente todos los estímulos que nos rodean, nos volveríamos, literalmente, locos.

Como apunte neurocientífico es fascinante, ¿verdad? Pero lo que de verdad nos cambia el juego, lo que nos impacta en el día a día, es la siguiente pregunta:

Si el SAR filtra el 99,99% de la realidad... ¿con qué criterio lo hace? ¿En base a qué decide ese portero qué es "importante" y qué es "ruido"?

La respuesta es simple y brutal: filtra en base a aquello en lo que tenemos puesto nuestro foco conscientemente.

Es el famoso fenómeno del coche rojo.

El día que decides que te quieres comprar el último modelo de coche de tu marca preferida de color rojo, de repente, ¡BOOM! La ciudad está plagada de ellos. Los ves aparcados, en los semáforos, en el carril contrario. ¿Han aparecido de la nada? No. Siempre estuvieron ahí. La diferencia es que ahora le has dado una orden clara a tu SAR: "Oye, esto es importante para mí. Avísame cuando lo veas".

Y tu SAR, obediente, cumple.

Ahora, llevemos esto a nuestro terreno.

¿Qué ocurre si tu foco consciente, día tras día, está puesto en la queja? ¿Qué pasa si tu diálogo interior constante es: "Mi jefe no me valora", "este cliente es imposible", "no llego a todo", "la gente no se compromete"?

Exacto. Le has dado una orden a tu portero.

Tu SAR, obediente, se pondrá a trabajar incansablemente para filtrarte y presentarte en bandeja de plata todas las pruebas que confirman tu creencia. Se convertirá en un experto en cazar para ti todas las dificultades, todos los errores, todas las razones para quejarte.

Tu portero solo dejará pasar a los "problemas" y dejará fuera, en la cola, a las "oportunidades" y "soluciones".

Y aquí es donde nos boicoteamos. Porque no es que la realidad sea solo negativa; es que le hemos dado la orden a nuestro cerebro encontrar solo lo negativo.

Esto, como puedes intuir, es devastador a nivel personal. Pero, ¿te imaginas el impacto que tiene en un equipo? ¿En una organización entera?

Recuerdo trabajar con un equipo de proyecto en una telco muy conocida (si la que empieza por T). Estábamos completamente atascados. En nuestro mundo, todo eran problemas: "El cliente cambia los requisitos cada día", "el equipo de desarrollo externo es muy lento", "los plazos que nos ha dado dirección son irreales".

Nuestro SAR colectivo, nuestro foco como equipo, era un muro de lamentaciones.

Cada reunión diaria era una competición para ver quién traía el problema más gordo. Estábamos agotados, desmotivados y, por supuesto, el proyecto no avanzaba. Nuestro portero mental solo tenía ojos para el desastre.

¿Qué hicimos? No cambiamos al cliente. No cambiamos los plazos (al principio).

Cambiamos el foco.

Propuse un ejercicio que, al principio, pareció incómodo. Durante una semana, la primera pregunta en nuestra reunión diaria no sería "¿Qué problemas tenemos?", sino:

  1. "¿Qué pequeño avance hemos conseguido desde ayer?"
  2. "¿Qué una cosa (solo una) podemos hacer hoy para desbloquear algo, por pequeño que sea?"

Al principio costó. Nuestros cerebros, adictos a la queja, se resistían. Pero a los pocos días, la magia del SAR empezó a actuar.

Empezamos a ver huecos que antes eran invisibles. "Oye, pues si hablamos con este departamento, quizás podamos reutilizar este código...". "He detectado un patrón en las peticiones del cliente, creo que si le proponemos esto...".

No, no se trata de vivir en el positivismo ingenuo o en el optimismo irrealista de "Mr. Wonderful". No es pensar en unicornios y esperar que todo se arregle.

Se trata de dar una dirección clara y funcional a tu cerebro. Se trata de pura economía de energía mental.

Tu cerebro quiere ayudarte. Solo necesita que le digas qué SÍ quieres que pase, qué te interesa que SÍ encuentre.

Este es uno de los primeros y más potentes pasos que trabajamos en Lidera Tu Cambio: ser conscientes de nuestro propio filtro. Porque no puedes liderar tu vida, ni mucho menos a un equipo, si tu propio "portero" te está boicoteando en la entrada.

No puedes construir un equipo de alto rendimiento, y mucho menos uno IM-PA-RA-BLE, si el SAR colectivo está atascado en la queja. El secreto está en poner el foco en las soluciones constructivas.

Tú tienes el mando de ese foco. Cada mañana, eliges en qué te vas a fijar.

Puedes elegir el círculo vicioso que te hunde, donde una queja alimenta a la siguiente y tu SAR se convierte en tu verdugo, trayéndote más pruebas de que "todo está mal".

O puedes elegir el círculo virtuoso que te eleva. Donde un pequeño avance te lleva al siguiente, y tu SAR se convierte en tu mejor aliado, tu socio, ese que te señala recursos, ideas y oportunidades que siempre estuvieron ahí, esperando a que decidieras buscarlas.

Y tú, ¿para qué has programado a tu portero hoy? ¿Qué le estás pidiendo que busque?

El portero de tu mente: ¿Atraes problemas o encuentras soluciones?
Lidera Tu Cambio, Ricardo Santiago Cachero 23 de octubre de 2025
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